ANTI ARQUITECTURA tres casos.

ANTI ARQUITECTURA

TRES AL CUBO.
CASO UNO.

He imaginado algunas de las posibles anti arquitecturas que podrían manifestarse cualquier día dentro de los suburbios de una de nuestras ciudades. Se trata de un espacio carcelario con cotas externas de 3 x 3 x 3 metros, lo que es lo mismo 3 al cubo, construido in situ, alrededor de un único habitante: el preso-huésped. Las paredes son macizas y de concreto de 50 cms de espesor, así que en su interior, el habitante reduce su espacio de movilidad a 2 m3. El interior es oscuro, y sin mobiliario, si bien cabe la posibilidad de practicar perforaciones mediante una disposición de tubos colocados matricialmente de 1” de diámetro con separaciones de 40 cms centro a centro, ya sea en losa o paredes. Cabe la posibilidad de colocar a dos habitantes por unidad anti arquitectura, ya sea del mismo sexo o de sexo opuesto, pero no vemos en ello ninguna utilidad. Pueden equiparse las unidades anti arquitectura con distintas perforaciones de distintos tamaños a efecto de entrada y salida de suministros y deshechos y cabe incluso su conexión con las redes urbanas, en el caso de que el numero de las agrupaciones de celdas así lo exija. La cubierta de la celda posée una pendiente mínima del 2% que evita el encharcamiento en caso de lluvias, y carece de molduras, aleros o proyecciones horizontales. Los paramentos de cada celda en su vista exterior puede estar decorada mediante alguna textura para evitar la monotonía y provocar interesantes juegos de luz y sombra. Es obvio que los acabados interiores van pulidos, lisos. Cada celda debe estar suficientemente separada de su vecina para percibirse como una unidad independiente de forma cúbica. Ver planos e imagen anexa.

EDIFICIO FELPA.
CASO DOS.

La totalidad de sus superficies va forrada con pelo animal, de preferencia de alguna especie lanuda, se sugiere el camello. Tiene una abertura única para mirar su interior, por la cuál es imposible entrar. Las dimensiones no interesan. Ver planos e imagen anexa.

CASA MORDIDA.
CASO TRES.

Muy similar a la anterior, con algunas diferencias. Se sustituye el pelo por piezas dentarias hundidas en el aplanado de manera análoga a como el diente se ancla en las encías y maxilares, es decir, con sus raíces hundidas a manera de elemento de fijación. Cada pieza dentaria es adyacente una de otra evitando espacios vacíos y consiguiendo con ello una superficie de rica textura, que como ya se explicó en el caso anterior, cubre por completo todas las caras internas. Los visitantes deben transitar desnudos, descalzos, y con los ojos vendados. Se trata de que se muevan lo más aprisa que puedan desde un punto de entrada marcado como punto A hasta el punto de salida señalado como punto B. Estos puntos están conectados por un camino sinuoso realizado mediante mamparas de diferentes alturas, cubiertas también por la textura dentaria. Ver planos e imagen anexa.