Estoy alimentando a mi sombra. Le lanzo trozos crudos de mi mismo. No se inmuta. Parece prestarle más atención a unos cuervos que cruzan el cielo como flechas. Si me mira, sus ojos parecen atravesar mi piel. Me he preguntado si yo acaso resulto ser otra sombra para ella. Me temerá? Guardará algún odio hacia mi? Suele mover su hocico de aquí para allá y masca con indiferencia las vísceras, lame algunos charcos de mi propia sangre y saliva.
Por momentos yo también me detengo a ver los cuervos, sin dejar de verla con el rabillo del ojo, ya que también vigilo sus dientes. Me gustaría que fuésemos un par de esos cuervos que se alejan. Hacia allá, por los campos vecinos
Por momentos yo también me detengo a ver los cuervos, sin dejar de verla con el rabillo del ojo, ya que también vigilo sus dientes. Me gustaría que fuésemos un par de esos cuervos que se alejan. Hacia allá, por los campos vecinos